De nuevo me pongo en contacto con vosotros, después de casi un mes. La vida no da para más. Habrá que hacer el propósito de escribir y de no abandonar este proyecto de comunicarme con todos.
Sin duda Internet, con todos sus inconvenientes, es una ventana de inter-comunicación entre las distintas calles que dan a la plaza de nuestro mundo. Me siento privilegiada de poder compartir en este espacio cibernético y me siento acompañada por todos vosotros, que de una u otra forma me pedís que no deje de escribir y de contaros mi vida en India.
Nuestra presencia se va abriendo caminos por estas tierritas del Oriente. Poco a poco, con dificultades, sorpresas, alegrías y gente, mucha gente que va de un lugar para otro y que muchas veces comparten su sonrisa con nosotros.
Nuestro Hindi va avanzando. Los niños cada vez más contentos cuando nos ven hablar su idioma. Los problemas en la comprensión se van reduciendo y cada vez más podemos soñar con ayudar a esta gente.
Todo el mundo nos pregunta que qué hemos venido a hacer aquí. Poco a poco vamos perfilando nuestra presencia misionera. Dios se encarga de conducir nuestro camino. Gracias a todos por vuestro apoyo.